¿Alguna vez has sentido que tu dinero se esfuma sin darte cuenta? Pues no estás solo, sin embargo, imagina que pudieras mejorar tus finanzas con cambios tan pequeños que casi ni los notes. Suena bien, ¿verdad? Pues eso es exactamente lo que propone James Clear en su libro "Hábitos Atómicos", y hoy vamos a enseñarte cómo aplicar esas ideas a tu bolsillo.
Haz que sea obvio
Clear dice que debes hacer obvios los hábitos que quieres adoptar. En tus finanzas, esto podría significar poner recordatorios visuales, qué tal si pegas una nota en tu tarjeta de crédito que diga ¿Realmente necesito esto? O configura notificaciones en tu teléfono para revisar tus gastos cada semana.
Hazlo atractivo
Ahorrar no tiene que ser aburrido, ¿por qué no conviertes el ahorro en un juego? Podrías desafiarte a ti mismo a no gastar en comida y llevar durante una semana para ver cuánto ahorras. De igual forma, puedes crear una "cuenta de caprichos" donde guardes una parte de lo que ahorres para darte un gusto de vez en cuando.
Hazlo fácil
Entre más fácil sea un hábito, más probable es que lo mantengas, por lo que es recomendable automatizar tus ahorros configurando transferencias automáticas a tu cuenta de ahorro el día que recibes tu sueldo, así ni siquiera tendrás que pensar en ello.
Hazlo satisfactorio
Clear enfatiza la importancia de la satisfacción inmediata, de manera que cada vez que logres ahorrar, date una pequeña recompensa. Podría ser tan simple como marcar un calendario o usar una app que te muestre visualmente tu progreso.
A continuación, te compartimos algunos cambios pequeños pero poderosos que puedes empezar a implementar hoy mismo:
1. La regla de las 24 horas: antes de hacer una compra no esencial espera 24 horas.
Aquí tienes cómo implementarla:
- Cuando sientas el impulso de comprar algo, anótalo en una lista de "deseos" en tu teléfono.
- Configura un recordatorio para 24 horas después.
- Al día siguiente pregúntate: "¿Realmente necesito esto?" Si aún lo quieres, considera esperar una semana para compras más grandes.
Te sorprenderá cuántas veces cambiarás de opinión.
2. El reto del billete: cada vez que recibas un billete de cierta denominación, guárdalo en vez de gastarlo. Verás cómo se acumula sin esfuerzo.
Así es como puedes hacerlo:
- Designa un sobre o un frasco para guardar estos billetes.
- Cada vez que recibas un billete de la denominación elegida, ponlo ahí inmediatamente.
- Al final del mes deposita todo en tu cuenta de ahorro.
Ejemplo práctico: eliges guardar los billetes de 200 pesos, si en un mes guardas 5 billetes, sumarás 1,000 pesos de ahorro sin apenas esfuerzo.
3. Redondeo de gastos: redondea tus compras al siguiente peso y ahorra la diferencia. Ni lo notarás, pero tu cuenta de ahorros sí.
Crea tu propio sistema de "redondeo" para ahorrar sin apenas notarlo. Funciona así:
Cada vez que hagas una compra redondea mentalmente el importe a los 10 pesos superiores.
Al final del día, suma la diferencia entre lo que gastaste realmente y el total redondeado.
Transfiere esa pequeña cantidad a una cuenta de ahorros específica.
Por ejemplo:
Compras un café por 65 pesos → Lo redondeamos a $70.
Pagas 245 pesos por el almuerzo → Lo redondeamos a $250.
Compras un aperitivo por 375 → Se queda en $380.
Al final del día habrías "redondeado" $5 + $5 + $5 = $15.
Este pequeño ejercicio diario te ayuda a:
Ser más consciente de tus gastos.
Ahorrar pequeñas cantidades que se acumulan con el tiempo.
Crear un hábito de ahorro sin esfuerzo significativo.
Para hacerlo aún más fácil, podrías usar una libreta pequeña o una nota en tu teléfono para llevar el registro durante el día. Luego, haz la transferencia una vez a la semana en lugar de diariamente para simplificar el proceso.
4. Día sin gastos: elige un día a la semana donde no gastes absolutamente nada, es como un ayuno para tu cartera.
- Selecciona un día que sea conveniente para ti (por ejemplo, los martes).
- Planifica con anticipación: prepara tu comida, carga tu tarjeta de transporte el día anterior, etc.
- Busca actividades gratuitas para ese día.
Ejemplo práctico: si normalmente gastas alrededor de 500 pesos en un día (entre comida, transporte y otros gastos), al no gastar nada un día a la semana, podrías ahorrar 2,000 pesos al mes.
5. La técnica del frasco: cada noche, vacía las monedas de tu bolsillo en un frasco y al final del mes deposítalas en tu cuenta de ahorro.
- Consigue un frasco grande y transparente.
- Colócalo en un lugar visible de tu casa.
- Cada noche vacía todas las monedas de tu bolsillo o cartera en el frasco.
- Cuando el frasco esté lleno llévalo al banco para depositarlo en tu cuenta de ahorros.
Ejemplo práctico: supongamos que en promedio guardas 15 en monedas cada día, en un mes habrías ahorrado alrededor de 450 pesos solo con el cambio suelto.
Recuerda, la clave está en la consistencia, no en la intensidad. No se trata de hacer cambios drásticos de la noche a la mañana, sino de construir hábitos pequeños pero poderosos que, con el tiempo, transformarán tu vida financiera.
Así que, ¿por dónde vas a empezar? Elige uno de estos hábitos y ponlo en práctica hoy mismo. Tu yo del futuro te lo agradecerá.