Tipos de gastos que pueden destruir tu salud financiera

Guía efectiva para ahorrar en el supermercado

Las compras del supermercado representan una parte significativa del presupuesto mensual, ya que incluyen gastos esenciales como alimentos, productos de cuidado personal y limpieza. Sin embargo, una planificación adecuada puede ayudarte a evitar compras innecesarias y optimizar tus finanzas. En esta guía, te brindaremos estrategias clave para administrar tu presupuesto de supermercado y mantener un equilibrio saludable en la economía del hogar.

1. Establece un presupuesto claro

El primer paso para optimizar tus compras es definir cuánto puedes gastar en el supermercado, así que establece un monto máximo en función de tus ingresos y otros compromisos financieros. Si ya llevas un registro mensual de gastos, revisa cuánto has destinado a compras en meses anteriores para ajustar tu presupuesto según tus necesidades actuales.

2. Prioriza los artículos esenciales

Una lista de compras bien organizada es fundamental para evitar la compra impulsiva o de productos que quizás ya tengas en casa. Una buena práctica es identificar primero los productos indispensables (como alimentos básicos y productos de higiene) y luego agruparlos en una sección separada. Quizás te puede ayudar el utilizar facturas anteriores como referencia para tener una estimación de costos para cada categoría, evitando sorpresas al momento del pago.

Consejo práctico:

Divide tu lista en dos secciones:

Artículos esenciales: aquellos productos que la familia consume con regularidad y que no pueden faltar.

Artículos no esenciales: productos que pueden postergarse o limitarse sin afectar la rutina diaria.

3. Compara precios y aprovecha ofertas

Una estrategia inteligente para ahorrar es comparar precios entre diferentes tiendas o supermercados, ten en cuenta que muchas cadenas ofrecen aplicaciones y sitios web donde puedes revisar descuentos, cupones y promociones antes de hacer tus compras. Además, las compras al por mayor pueden ser una excelente opción para productos no perecederos, siempre que se ajusten a tu presupuesto.

Recuerda que, aunque las promociones pueden resultar tentadoras, debes asegurarte de comprar solo lo que realmente necesitas. Las ofertas solo son útiles si el producto será utilizado y no termina desperdiciándose.

4. Controla los gastos variables

Es común que algunos meses los gastos en el supermercado sean más altos que en otros, especialmente si compras productos especiales o fuera de rutina. Llevar un registro detallado de los gastos te ayudará a identificar patrones y ajustar el presupuesto según las necesidades reales de cada mes.

- Si tu presupuesto es ajustado, considera eliminar o reducir la frecuencia de la compra de artículos no esenciales.

- Al registrar tus gastos mensualmente, podrás analizar si las categorías de productos no esenciales están afectando tus ahorros a largo plazo.

5. Evalúa el impacto de los pequeños ahorros

La diferencia entre comprar solo lo necesario y añadir productos adicionales puede tener un impacto significativo en tus finanzas a largo plazo, así que reducir pequeñas compras innecesarias puede traducirse en ahorros acumulados. Por ejemplo, si ahorras un monto mensual al evitar ciertos productos no esenciales, ese dinero puede ser reinvertido en otros objetivos, como el pago de deudas o la creación de un fondo de emergencia.

Ejemplo

Si eliminas $1,000 pesos mensuales en productos no esenciales, al cabo de un año habrás ahorrado $12,000 pesos. Esta práctica te permitirá destinar ese monto a metas financieras más importantes.

6. Usa herramientas para planificar tus compras

Existen plantillas y aplicaciones que facilitan el control del presupuesto mensual y la planificación de las compras. Haz clic en Plantillas y descarga la guía “Cómo planificar mi presupuesto de compras del supermercado”. Estas herramientas te permiten llevar un seguimiento claro de tus finanzas y visualizar los resultados de tu esfuerzo por reducir gastos innecesarios.

7. Mantén la disciplina y ajusta tus hábitos

Ajustar tus hábitos de compra y mantener la disciplina al seguir tu presupuesto es esencial para obtener resultados sostenibles, así que evalúa tus gastos al final de cada mes y realiza los ajustes necesarios para los meses siguientes. Recuerda que evitar compras impulsivas y apegarse a la lista preestablecida contribuirá a alcanzar tus objetivos financieros.

Ahorrar en el supermercado y optimizar las finanzas del hogar es posible con una planificación consciente y hábitos de compra eficientes. Además, usar herramientas de seguimiento y mantener la disciplina en tus compras te ayudará a lograr una economía más saludable en el hogar alcanzando así tus metas financieras a mediano y largo plazo.

Amor y dinero: ¿Cómo mantener la llama viva sin quemar tu bolsillo?

El amor y las finanzas son dos aspectos esenciales en la vida, pero pueden entrar en conflicto si no se manejan adecuadamente, siendo las discusiones por dinero una de las principales causas de estrés en las relaciones de pareja, que, sin un plan claro, pueden afectar tanto la armonía emocional como el bienestar financiero. No obstante, con comunicación, planificación y hábitos financieros saludables, es posible mantener viva la llama del amor sin descuidar el bolsillo.

A continuación, compartimos algunos consejos prácticos para construir un futuro financiero sólido sin sacrificar la relación.

Consejo práctico

Establezcan un día al mes para revisar sus finanzas y conversar sobre gastos futuros, esto fortalecerá la confianza y mantendrá la alineación entre ambos.

1. Comunicación abierta: el pilar de una relación saludable

Hablar de dinero puede ser incómodo, pero es fundamental para evitar malentendidos, por eso es recomendable que las parejas aborden con honestidad sus ingresos, deudas y hábitos financieros desde el principio. El mantener conversaciones abiertas permite identificar prioridades compartidas, establecer metas claras y evitar sorpresas desagradables en el futuro.

2. Definan un presupuesto en conjunto

Un presupuesto compartido es la base para manejar los gastos del hogar de manera eficiente, lo que implica asignar categorías para gastos fijos (como vivienda y servicios) y variables (entretenimiento y vacaciones), y definir qué porcentaje del ingreso destinarán a ahorros y emergencias.

Sugerencia

Una opción eficaz es la regla del 50/30/20, donde el 50 % se destina a necesidades básicas, el 30 % a deseos, y el 20 % a ahorros. Adaptar esta metodología según sus ingresos les permitirá equilibrar el estilo de vida que desean con sus metas financieras.

3. Cuentas separadas, conjuntas o mixtas: ¿qué funciona para ustedes?

Cada pareja tiene una dinámica distinta, por lo que es importante decidir cómo manejarán el dinero, algunas prefieren mantener cuentas separadas, compartir una cuenta conjunta, y muchas optan por un enfoque mixto, donde combinan ambas opciones.

¿Cuál elegir?

- Cuentas separadas: ideal para quienes valoran la independencia financiera.

- Cuenta conjunta: útil para cubrir gastos comunes como el alquiler y las facturas.

- Modelo mixto: permite contribuir al hogar en conjunto mientras cada uno mantiene una parte del ingreso para gastos personales.

4. Establezcan metas financieras en pareja

Un futuro sólido no se construye sin metas claras. Definir objetivos a corto y largo plazo como ahorrar para unas vacaciones, comprar una casa o planificar la jubilación, ayuda a ambos a trabajar en la misma dirección. Las metas compartidas fomentan la disciplina y generan una sensación de logro mutuo.

Ejemplo práctico

Si desean adquirir una propiedad, calculen cuánto necesitan ahorrar para el inicial y creen un plan de ahorro conjunto. Esto les ayudará a avanzar hacia ese objetivo sin que los gastos diarios se conviertan en un obstáculo.

5. Eviten el gasto impulsivo en ocasiones especiales

Celebraciones como aniversarios o cumpleaños suelen ser excusas para gastar en exceso, lo que puede desequilibrar el presupuesto. Si bien es importante celebrar momentos especiales, esto no implica que deban gastar de más. Creatividad y planificación pueden marcar la diferencia.

Ideas alternativas

- Opten por una cena casera romántica en lugar de salir a un restaurante caro.

- Regálense experiencias significativas, como excursiones o actividades que disfruten juntos.

- Fijen un presupuesto para cada celebración para evitar gastos innecesarios.

6. Construyan un fondo de emergencias

Los imprevistos financieros pueden afectar tanto la economía del hogar como la relación de pareja. Por eso, es esencial contar con un fondo de emergencias que cubra al menos 3 a 6 meses de gastos. Este ahorro brindará tranquilidad y reducirá la tensión en momentos difíciles.

Consejo práctico

Definan un porcentaje fijo de sus ingresos mensuales al fondo de emergencias y automatícenlo para asegurarse de que se cumpla cada mes sin esfuerzo adicional.

7. Planeen para el futuro: ahorro e inversión

Más allá del día a día, es importante pensar en el largo plazo. Invertir juntos y planificar para la jubilación garantizará un futuro estable. Exploren opciones de inversión, como fondos mutuos, bonos o bienes raíces, y consideren abrir cuentas de ahorro para la jubilación si aún no lo han hecho.

Sugerencia

Establezcan reuniones periódicas para revisar sus inversiones y ajustar su plan según el desempeño del mercado y sus nuevas prioridades.

8. Respeten los gastos personales

Es importante que cada miembro de la pareja tenga libertad financiera para gastos personales sin necesidad de justificar cada compra, de esta manera se evita tensiones y contribuye al bienestar individual dentro de la relación. Por ello una buena práctica es que definan una asignación mensual para cada uno.

Mantener una relación saludable y construir un futuro financiero sólido no es imposible, pero requiere comunicación, planificación y compromiso mutuo. Al ser conscientes de cómo manejan el dinero y tomar decisiones alineadas con sus prioridades, podrán disfrutar del presente sin comprometer su estabilidad futura.

Haz clic en el enlace Plantillas y descarga el “Plan de acción para ahorrar en pareja”. Recuerda que el amor y las finanzas no tienen que ser opuestos. Con disciplina y acuerdos claros, es posible mantener viva la llama del amor sin quemar el bolsillo, fortaleciendo tanto la relación emocional como su bienestar económico.

Reglas de oro para usar el Black Friday para planificar compras inteligentes

El Black Friday no solo es una oportunidad para aprovechar descuentos en productos populares, sino también un momento ideal para planificar compras estratégicas que impacten positivamente tus finanzas a largo plazo. En lugar de enfocarte únicamente en las ofertas llamativas, este enfoque trata de priorizar artículos y servicios que mejorarán tu calidad de vida o te ahorrarán dinero en el futuro.

A continuación, te compartimos 8 reglas de oro para maximizar este evento y realizar un consumo más inteligente y beneficioso.

1. Compra bienes duraderos y de calidad

Una de las claves del ahorro a largo plazo es invertir en productos que tengan una vida útil prolongada. Durante el Black Friday, muchas marcas reconocidas ofrecen descuentos en bienes duraderos como electrodomésticos, herramientas, muebles y dispositivos electrónicos, los cuales, aunque representen un gasto inicial elevado, pueden generarte ahorros significativos a lo largo del tiempo al evitar reemplazos frecuentes.

Por ejemplo, si necesitas una nueva lavadora, opta por modelos que ahorran agua y electricidad, que, aunque puedan costar un poco más que las opciones básicas, su eficiencia energética reducirá tus facturas de servicios a lo largo de los años.

Investiga previamente cuáles son las marcas y modelos más confiables. usa sitios web de reseñas o videos comparativos para asegurarte de que tu inversión sea inteligente.

2. Adquiere herramientas para el trabajo o el estudio

El Black Friday es ideal para actualizar equipos esenciales como laptops, software o accesorios de oficina, ya que estos productos no solo mejoran tu productividad, sino que también pueden ser deducibles de impuestos si trabajas por cuenta propia o los utilizas para fines educativos.

Si trabajas desde casa, considera aprovechar las ofertas para adquirir una silla ergonómica o un escritorio ajustable. Ten en cuenta que mejorar tu espacio de trabajo puede aumentar tu comodidad y productividad, previniendo problemas de salud a largo plazo.

Busca paquetes promocionales que incluyan varios productos, como una laptop con periféricos adicionales, y verifica si las garantías extendidas están en descuento.

3. Planifica compras navideñas por adelantado

Las festividades pueden ser una carga para tu presupuesto si dejas las compras a último momento. Aprovecha los descuentos del Black Friday para adquirir regalos con anticipación. Esto no solo te permitirá ahorrar dinero, sino también tiempo y estrés.

Si sabes que tus hijos quieren juguetes específicos o tu pareja ha mencionado un libro en particular, el Black Friday es el momento perfecto para comprar esos artículos a precios reducidos. Elabora una lista de regalos con meses de antelación y establece un presupuesto específico para cada uno, con ello evitarás excederte en tus gastos.

4. Apuesta por productos de consumo recurrente

Otra regla de oro es aprovechar el Black Friday para comprar productos que consumes regularmente y que tienen larga vida útil, como detergentes, papel higiénico, artículos de cuidado personal o alimentos no perecederos.

Por lo tanto, aprovecha que muchas tiendas ofrecen promociones de "compra en volumen y ahorra”. Si cuentas con el espacio para almacenarlos, al adquirir estos productos en grandes cantidades te ayudará a reducir tus gastos en los próximos meses. No olvides verificar las fechas de caducidad antes de comprar alimentos o productos perecederos en grandes cantidades.

5. Invierte en experiencias a futuro

Las experiencias, como viajes o membresía, también suelen estar en oferta durante el Black Friday y aunque no sean bienes tangibles, estas compras pueden representar ahorros sustanciales y contribuir a tu bienestar.

Por ejemplo, puedes reservar vuelos, alojamiento o paquetes turísticos con descuento para tus próximas vacaciones, o si eres amante del fitness, considera aprovechar ofertas en membresía de gimnasios o cursos en línea.

Es importante que te asegures de leer los términos y condiciones para evitar sorpresas, como fechas restringidas o cargos adicionales.

6. Actualiza servicios con costos recurrentes

El Black Friday es un excelente momento para revisar y actualizar tus servicios recurrentes, como suscripciones, seguros o planes de telefonía e internet. En esta fecha muchas compañías lanzan promociones especiales para atraer nuevos clientes o fidelizar a los existentes.

Por lo tanto, si quieres optimizar tu plan de datos, busca opciones más económicas con beneficios similares, esto puede representar ahorros anuales significativos. Así que evalúa las ofertas de tu proveedor actual y negocia mejores tarifas, utilizando las ofertas de la competencia como referencia.

7. Compra herramientas para el ahorro energético

Invertir en tecnología que reduce tu consumo de energía puede ser una decisión financiera inteligente. desde bombillas led hasta un aire acondicionado inverter, estos productos no solo ayudan al medio ambiente, sino que también reducen tus facturas de electricidad, constituyendo un ahorro a largo plazo.

8. Evalúa tus compras y evita el consumo impulsivo

El éxito de esta regla de oro depende de tu capacidad para planificar y mantenerte fiel a tus objetivos, así que es recomendable que evites las compras impulsivas preguntándote si realmente necesitas el producto y si contribuye a tus metas a largo plazo.

De esta manera, antes de comprar un artículo, pregúntate: ¿Lo habría comprado si no estuviera en oferta? si la respuesta es no, probablemente no sea una compra estratégica. Y, por último, aplica la regla de las 24 horas: si un artículo no estaba en tu lista, tómate un día para reflexionar antes de comprarlo.

El Black Friday es mucho más que una avalancha de descuentos y promociones, es un evento que marca el inicio de la temporada de compras navideñas, representa una oportunidad única para adquirir productos y servicios a precios reducidos. Sin embargo, también puede convertirse en una trampa financiera si no se maneja con cuidado. El secreto está en usar esta fecha no solo para ahorrar en el momento, sino también para planificar compras estratégicas que beneficien tus finanzas personales a largo plazo.

¡Planifica, compara y ahorra con propósito!

FOMO financiero: Cómo el miedo a perder algo afecta tu bolsillo

El miedo a quedarse fuera, conocido como FOMO (por sus siglas en inglés, Fear Of Missing Out), no es solo una sensación que afecta las redes sociales o eventos sociales; también tiene un impacto profundo en el mundo financiero. Este fenómeno psicológico influye en la forma en que las personas toman decisiones, llevándolas, muchas veces, a gastar de forma impulsiva o a asumir riesgos innecesarios.

En este artículo, te explicamos cómo el FOMO afecta tu bolsillo, las decisiones financieras que desencadena y cómo puedes aprender a controlarlo.

¿Qué es el FOMO financiero?

El FOMO financiero ocurre cuando el miedo a perder una oportunidad te lleva a tomar decisiones apresuradas, sin un análisis profundo. Es común en situaciones donde otros parecen estar obteniendo grandes beneficios, como en el caso de las acciones en alza o compras "de moda". Este sentimiento puede llevar a comprar activos en su punto máximo, invertir sin suficiente información o acumular deudas para participar en oportunidades percibidas como únicas.

Un ejemplo claro ocurrió durante la fiebre por las acciones de GameStop en enero del 2021, debido a que sus acciones, que habían sido consideradas en decadencia, experimentaron un alza inesperada cuando un grupo de pequeños inversionistas del foro WallStreetBets" en Reddit decidió coordinadamente, comprar acciones para contrarrestar las apuestas de grandes fondos de inversión que preveían la caída de la empresa.

Esta acción colectiva provocó que miles de personas, impulsadas por el FOMO, compraran estas acciones en sus puntos más altos con la esperanza de obtener ganancias rápidas. Sin embargo, cuando el precio corrigió su valor, muchos de estos inversionistas sufrieron pérdidas significativas.

El impacto del FOMO en tus finanzas

El FOMO financiero puede manifestarse de varias formas, todas con un impacto negativo en tu bolsillo:

1. Compras impulsivas de activos: invertir sin analizar solo porque otros están obteniendo ganancias rápidas puede generar pérdidas significativas.

2. Asunción de riesgos innecesarios: el miedo a quedar fuera puede llevarte a tomar decisiones arriesgadas, como invertir en productos que no comprendes o sobreendeudarte.

3. Desequilibrio financiero: en el afán de participar en una oportunidad, muchas personas descuidan sus presupuestos, acumulando deudas o dejando de lado objetivos financieros más importantes.

Según un informe de El Economista, este sesgo psicológico no solo afecta a principiantes, sino también a inversores experimentados, quienes pueden dejarse llevar por la presión social o el entorno del mercado.

Las raíces psicológicas del FOMO

El FOMO tiene su base en la psicología humana, particularmente en nuestro miedo a perder oportunidades. Las emociones como la ansiedad, el miedo y la necesidad de pertenencia son factores que amplifican este comportamiento. En el contexto financiero, el entorno digital y el acceso inmediato a información como aplicaciones de trading o redes sociales intensifican la percepción de "oportunidades únicas”.

Es importante destacar que el FOMO se activa especialmente en mercados volátiles, ya que al ver a otros compartir sus éxitos en tiempo real puede generar una sensación de urgencia, como si cada segundo que pasa fuera una pérdida irrecuperable.

¿Cómo controlar el FOMO financiero?

Aunque el FOMO es una reacción natural, es posible minimizar su impacto en tus decisiones financieras mediante estrategias prácticas:

1. Establece un plan financiero sólido: antes de invertir, define tus objetivos financieros y un presupuesto claro. El tener un plan te ayuda a mantenerte enfocado y a evitar decisiones emocionales.

2. Investiga y edúcate: nunca inviertas en algo que no entiendas completamente, recuerda que la investigación y el conocimiento son tus mejores aliados para combatir el miedo a perderte algo.

3. Desconéctate del ruido: las redes sociales y las noticias financieras pueden ser una fuente constante de FOMO. Así que limita tu exposición y concéntrate en tus metas a largo plazo.

4. Acepta que no puedes ganar en todo: el mercado siempre ofrece oportunidades, y perder una no significa que sea la última. Mejor adopta una mentalidad de largo plazo, lo cual es clave para la estabilidad financiera.

El FOMO financiero es una trampa psicológica que puede representar grandes pérdidas si no logras controlarlo. Por lo tanto, es importante aprender a reconocer su influencia en tus decisiones para proteger tu bolsillo y tomar decisiones más racionales. Recuerda que el éxito financiero no se trata de aprovechar cada oportunidad que aparece, sino de construir una estrategia sólida y sostenible que te permita alcanzar tus objetivos a largo plazo.

¿Qué facturas guardar y por qué?

En un mundo cada vez más digital, muchos consumidores se preguntan si realmente vale la pena seguir conservando facturas en papel o, al menos, archivarlas de manera virtual. La respuesta es sí, siempre que se haga de forma estratégica y con un objetivo claro.

Mantener un archivo ordenado de ciertas facturas no solo es útil para llevar un control más preciso de tus gastos, sino que también puede marcar la diferencia en situaciones clave, como realizar una devolución, reclamar una garantía, cumplir con requisitos fiscales e incluso prevenir fraudes o cargos indebidos.

A continuación, te compartimos una guía para saber qué facturas conviene guardar, por cuánto tiempo y por qué resulta fundamental hacerlo desde una perspectiva de finanzas personales más inteligentes.

Facturas que debes conservar

1. Facturas de compras importantes

Las compras de alto valor, como electrodomésticos, aparatos electrónicos, muebles, computadoras o incluso joyería, deberían tener una carpeta o registro digital asegurado. La razón es sencilla: si el producto presenta defectos dentro del periodo de garantía, necesitarás la factura para exigir la reparación o el reemplazo sin costo adicional. Además, si en el futuro deseas vender ese artículo, contar con la factura original aumenta su valor y credibilidad.

2. Facturas relacionadas con impuestos y deducciones

Dependiendo de algunas normativas fiscales, es posible que puedas deducir ciertas compras o gastos en tu declaración de impuestos, como los honorarios médicos, gastos escolares, facturas por servicios profesionales, entre otros, los cuales pueden requerir comprobantes fiscales. Guardar estas facturas garantiza que, al presentar tu declaración, dispongas de evidencia para reducir tu carga impositiva legalmente. Perder estos documentos podría traducirse en pagar más impuestos de los que te corresponden, afectando tu flujo de efectivo y tu capacidad de ahorro.

Consejo financiero: clasifica y almacena estas facturas en una carpeta especial (física o digital), ordenadas por año fiscal. Así, cuando llegue la fecha de tu declaración, tendrás todo a mano, sin estrés ni improvisaciones.

3. Recibos de pagos y servicios esenciales: evitar duplicidades y cobros indebidos

Las facturas de servicios básicos como electricidad, agua, teléfono o internet, así como los estados de cuenta de tus tarjetas de crédito, pueden ser útiles para verificar que no existan cargos indebidos o aumentos injustificados en las tarifas. En ocasiones, las compañías cometen errores y, sin el comprobante en mano, es difícil discutir un cobro excesivo. Mantener estos documentos por algunos meses te da la certeza de que tus finanzas se manejan con transparencia y te proporciona evidencia concreta para resolver disputas con proveedores o instituciones financieras.

4. Facturas de gastos médicos y seguros

Las raíces psicológicas del FOMO

¿Visitas al médico, medicamentos costosos, intervenciones quirúrgicas o tratamientos especiales? Conservar las facturas relacionadas con la salud puede ser clave para reembolsos, trámites de seguros o incluso reclamaciones posteriores. Las aseguradoras suelen exigir comprobantes detallados y el no tenerlos podría significar perder reembolsos importantes o enfrentar mayores tiempos de espera en los procesos de reclamo.

¿Cuánto tiempo guardar las facturas?

El periodo ideal de conservación de las facturas depende del tipo de documento y la normativa de tu país. Como regla general:

● Compras con garantía: guarda la factura durante todo el periodo de garantía del producto.

● Documentos fiscales: generalmente, se recomienda mantenerlos por lo menos durante el periodo que marque la ley (por ejemplo, entre 3 y 5 años).

● Servicios y pagos periódicos: es recomendable conservar estas facturas entre 6 meses y un año, esto te permitirá resolver disputas y verificar incrementos.

Métodos de almacenamiento: físico y digital

En la actualidad, muchas empresas emiten facturas electrónicas, así que aprovecha esta ventaja para almacenarlas en la nube, en una carpeta digital cifrada o en aplicaciones de gestión financiera. Si se trata de facturas en papel, puedes escanearlas y guardarlas en tu computadora o un disco duro externo, reduciendo el riesgo de extravío y facilitando su búsqueda a futuro. Un almacenamiento ordenado y seguro optimiza tu tiempo y evita la acumulación innecesaria de papeles.

Guardar las facturas adecuadas no es solo una cuestión de contabilidad doméstica, también es una herramienta de planificación financiera. Al revisar estos documentos, identificarás patrones de gastos, áreas en las que podrías reducir costos y oportunidades para optimizar tu presupuesto. Al hacerlo, te conviertes en un consumidor más consciente y responsable, tomando decisiones informadas basadas en datos concretos y no en suposiciones.

Conservar ciertas facturas es una práctica fundamental para cualquier persona que busca administrar sus finanzas de manera inteligente. Al hacerlo, estás sentando las bases para un manejo más eficiente de tu dinero y construyendo un futuro financiero más estable y seguro.